Jim Sharman dirigió en 1975 uno de los musicales más famosos de la historia, y que a lo largo de los años se ha convertido en un musical de culto con un gran número de fans, y una estética muy marcada.
Recuerdo que cuando vi este musical por primera vez me habían hablado maravillas, así que siendo un amante de los musicales como soy, tenía muchas esperanzas en el mismo. Mi sorpresa fue descomunal porque me pareció realmente horroroso y aburrido.
Años después he decidido verlo otra vez para comprobar si estaba equivocado en mi opinión, y he comprobado que no es así. Me ha seguido pareciendo una auténtica chorrada a la que no le encuentro ningún sentido, desde el principio hasta el fin.
Debo decir que cuenta con un par de canciones buenas (pero solo un par). El resto de las canciones no me han gustado nada, y las coreografías resultan de colegio. Es todo de tal simpleza, que creo que lo hicieron unos amigos de forma casera, y por algunas circunstancias de la vida se ha creado un club de fans a lo largo de los años que adoran esa estética kitsh que se ha quedado anclada en el pasado.
Dos grandes actores participan en este proyecto que tal vez en su día fuera transgresor, pero hoy causa un poco de bochorno. Ellos son Susan Sarandon y Tim Curry. Ambos son dos buenos actores, pero no me convencen mucho sus actuaciones.
Me imagino que para los defensores de este musical les extrañará que no haya encontrado la esencia de este film, pero la verdad es que la esencia no la veo por ningún lado. Me parece una historia que no tiene ni pies ni cabeza, con una chorrada de trama en la que hay unos personajes que se comportan de un modo de lo más extraño que no hay manera de justificar.
En fin, "The Rocky Horror Picture Show" fue una película muy revolucionaria en su momento ya que rompió muchas barreras en su época. Sobre todo el tema del punto homosexual y transformista, el cual se expone de una manera clara y concisa. Pero dichos puntos hoy en día no sorprenden ni llaman la atención, ya que es algo común en el cine, y por lo tanto esa novedad queda solapada por el paso del tiempo, quedando un musical que huele a decadencia.