Tenía muy claro que lo que iba a ver sería una auténtica decepción ya que la primera parte no me gustó mucho. Lo tenía claro, y aun así decidí seguir adelante y ratificarme en mi idea.
Nos encontramos ante una película que se apoya en tener como protagonista a Christian Slater (un actor que en los últimos años ha decaido de manera estrepitosa). Pero la verdad es que cuando uno ve esta película descubre que el actor sale más bien poco. Es cierto que da vida al hombre invisible; pero solo se le ve en algunos momentos; haciendo que uno tenga la sensación de que le están tomando el pelo.
La historia resulta soporífera y en cierto modo sin ningún sentido. Una sucesión de persecuciones con personajes dramáticos tipo película televisiva de sesión de tarde, dan un resultado de experiencia casi traumática.
A ello hay que unir un guión vacío que no aporta nada ni ofrece nada. Una trama que podría quedar recogida en apenas unas escenas de 15 minutos, pero que las van alargando de manera innecesaria hasta llegar a un desenlace que produce risa, ya que está desarrollado de manera casi infantil.
Únicamente seria salvable los efectos especiales, los cuales resultan interesantes. El problema es que no sé si son buenos porque todo lo demás es malo, o porque realmente cuentan con un buen trabajo. Sea como sea, es lo único que llamó mi atención de este esperpento de película.
Con respecto a las actuaciones debo decir que son todas decepcionantes. Al único actor que conozco es a Christian Slater, y al verlo en este film únicamente me produce lástima. Lástima por ver lo que era hace años y hasta donde podría haber llegado; y comprobar realmente lo que es ahora. Un actor de serie b que no transmite nada debido a sus sobreactuadas interpretaciones. Junto a él, un elenco de actores que no ofrecen ninguna calidad.
En fin, poco decir de esta segunda entrega salvo que es recomendable de no ver. Una película que no aporta nada salvo una pérdida de tiempo. Pero la verdad, es que poco se podía esperar de una historia que continúa de un film que no era nada del otro mundo.