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Voto de JuanCádiz:
2
Comedia J. C. Wiatt (Diane Keaton), una ejecutiva de una importante empresa, vive completamente volcada en su trabajo. Se siente satisfecha tanto con su vida profesional como con su vida sentimental. Un día, recibe una inesperada llamada telefónica que dará un vuelco a su vida: un primo suyo inglés le ha dejado como herencia un precioso bebé. (FILMAFFINITY)
17 de diciembre de 2007
19 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película pertenece a ese tipo de comedia obsoleta que se estilaba a finales de los 80 en los USA, cual "Ensalada de gemelas", "El secreto de mi éxito", "Un pez llamado Wanda", "Cortocircuito" o "Mira quién habla" por poner algunos ejemplos.

La verdad es que entonces funcionaban de lo lindo. Pero hoy viendo algo (no he conseguido terminarla) de semejante bodrio, me doy cuenta de que los guionistas y directores iban sacando en aquellos tiempos las películas a lo loco sin cuidar ningún tipo de detalle en el argumento; se ve que lo importante era producir.
Pues bien, en "Baby, tú vales mucho" te quieren contar más o menos que una ejecutiva neoyorquina (toma topicazo de los 80) entregada por completo a su trabajo ha heredado un bebé. La pobre mujer luchará durante toda la película por quitárselo de encima... y tampoco hace falta ser muy listo para intuir el final de este regalito que dejó para la posteridad Charles Shyer.

Hasta ahí todo parece normal; un guión como cualquier otro. Pero viendo la película es cuando te entran ganas de apagar el televisor porque las resoluciones de cada cuarto es de un chapucero de agárrate y no te menees.

Para empezar, la telecomedia abre telón haciéndote entender que esta mujer solo conoce el placer mientras se encuentra en horario de trabajo. A la tía esta ni se te ocurra regalarle un viaje de fin de semana con todos los gastos pagados porque te puede hacer tragar mediante patadas el billete del crucero. Ella trabaja 70 horas semanales y aún se queja porque quiere otro puesto superior en la empresa que duplicaría el tiempo de faena... se ve que allí no te ponen ni Gran Hermano ni Aquí hay tomate, porque esta señora pasa olímpicamente de la bata de guatiné, las zapatillas y la televisión.

Cuando el simpático de Shyer ha dejado claro que su protagonista necesita de todo excepto una responsabilidad tipo... no se... ¿tipo bebé?; hace que llamen de madrugada a la ejecutiva para concretar hora y sitio en el que acudir para recoger la herencia de un primo de Cuenca que tenía ella. Pues sí. La herencia es una cría de un año como mucho.
Se ve que los guionistas para salir del paso no se les ocurrió otra forma de hacer la putada a la muchacha más que apalancarle a la niña mediante UNA HERENCIA.

Más adelante se ve a la protagonista entrevistando a un grupo de mujeres para contratar de niñera. Aquí el director se columpió un buen rato (esto merece dos puntos aparte):

- Una tía árabe que decía que ella por ser mujer sólo hablaba cuando el hombre lo dijese... y luego añadió que dormía en el suelo en vez de en la cama.

- Otra gachí en plan desequilibrada que decía que tenía crisis nerviosas y que la mitad de la familia se había suicidado, o algo así.

Seguimos en spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JuanCádiz
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