Descontando su tosquedad estética, Bestias logra hacer de un potencial paisaje bucólico una metáfora básica sobre la supervivencia del más fuerte...espiritualmente. No hay verdadera elegancia en la peli: la suciedad y el desecho aparecen en primer plano, mientras que el desastre general figura muy de oídas. La alegoría es clara, y breve. Uno de los principales problemas de Bestias es la inmediatez de su mensaje: una vez que ha llegado, y llega muy pronto, pues el resto es una reafirmación de la base ya explicitada. Este factor está dado por la simpleza que la rodea, no es algo malo, pero atenta contra la evolución argumental (podríamos reducir la peli a dos acontecimientos, como mucho).

Eso no descarta su validez, como obra es buena, pero peligrosamente sintética. El elemento fantástico...no es tal, más bien otra metáfora. Cuatro niñas resistentes, cuatro jabalíes sobredimensionados, en fin, queda claro. Katrina ha cobrado una nueva metáfora, y el ahorro de recursos sumado a su coherencia conceptual la corroboran como propuesta independiente.