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España España · barcelona
Voto de avanti:
7
Comedia. Drama. Romance Jack (Sydney Pollack) y Sally (Judy Davis), dos de sus mejores amigos, sorprenden a Gabe (Woody Allen) y a Judy (Mia Farrow), anunciándoles su intención de separarse. Pasado el primer momento de estupefacción, la pareja empieza a plantearse si su matrimonio se basa en una relación realmente sólida. Mientras Jack y Sally tratan de rehacer sus vidas al lado de otras personas, Gabe comienza a flirtear con una de sus alumnas de la ... [+]
23 de julio de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La filmografía de Woody, se ha visto invadida por las relaciones de pareja y sus controvertidas disputas, imposibles a veces, entre las cuales: Virgil y Louisse en Toma el dinero y corre, Fielding y Nancy en Bananas, Allan y Diane en Sueños de un seductor, o Gabe y Judy en Maridos y Mujeres (1992). Sobre este tema Allen ha construido gran parte de su contenido narrativo envuelto en la mayoría de los casos por los ambientes urbanos en los que la pareja tiene todas las posibilidades de poner a prueba su fidelidad. La capacidad para hacerlo y para poner en situación a las parejas siempre ha sido amplia e imaginativa en sus personajes.

En Maridos y Mujeres (1992) Woody Allen recurre a su ya dominada técnica del falso documental para contarnos cuatro historias de infidelidades: Jack-Sam; Sally-Paul-Michael; Roth-Rain; Judy-Michael, usando el rodaje secuencial con cámara en mano algo excesivo. Jack (Sydney Pollack) y Sally (Judy Davis) han quedado en casa de sus mejores amigos Gabe Roth (Woody Allen) y (Judy Roth (Mia Farrow), para cenar juntos. El reducido espacio del salón principal se convierte en virtual cancha entre enfadados comensales y la inesperada noticia de los invitados anunciándoles la separación. Jack y Sally, convierte el encuentro en un pequeño caos emocional donde momentáneamente todos entran en shock intentándolo superar desde el primer momento con descoordinados comentarios en los que Gabe procura asumir la inesperada noticia y Judy se niega a aceptarla. Finalmente todos ceden a la realidad, recurso del guión que Woody utiliza asiduamente: se permite soñar, cambiar la realidad, fantasearla, pero, finalmente es la realidad la que se impone, como los huevos en Annie Hall.

El mimetismo atrae la inseguridad que aparecerá en Gabe y Judy sobre su propio matrimonio. Pocas películas contemporáneas narran y diseccionan de una forma más certera su propia vida conyugal, con iniciales planteamientos banales sobre fidelidad entre ambos, al mismo tiempo que Jack y Sally comienzan la aventura de rehacer sus vidas al lado de otras personas, con no demasiados buenos resultados: Jack lo intenta con la esnob Sam (Lysette Anthony) alocada apasionada por el submundo astral de la cartomancia, la astrología y de la dietética; Sally lo intenta con Michael Gates (Liam Neeson), amigo de Judy que trabaja en su revista de arte, el descontrolado histerismo de Sally frente a cotidianas situaciones, desvía finalmente la atención de Michael hacia Judy.

Gabe da clases de literatura en la universidad y comienza a flirtear con Rain (Julitte Lewis) una de sus alumnas. Al parecer, la relación entre ambos no pasa de alguna atracción propia entre maduro profesor y joven alumna deslumbrada por la creación literaria de su admirado docente. La convivencia con Judy, su mujer, se complica, se enmaraña, creándose desconfianzas mutuas asentadas en el creciente distanciamiento emocional entre ambos y en traiciones no confesadas o en relaciones imposibles. Después de un metraje con algo más de cien minutos, las relaciones de parejas sufren algunos cambios debido al sesudo y complejo análisis de las relaciones humanas tan propio del neoyorquino Woody Allen y tan cercano a la realidad.

Es sabido que en gran medida, la historia del cine se basa en narraciones de pareja y los conflictos que generan. En Allen se contempla desde la intelectualidad de pareja y de su entorno de influencia, perteneciente a gente social de clase media o clase media-alta: escritores, críticos, profesores, analistas, cirujanos, directores de empresa, ricos herederos, relamidos gigolós y algún personaje marginal en contraposición a sesudos intelectuales vistos desde la psicología y el análisis emocional. Maridos y Mujeres no es ninguna excepción.
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