Como hija de vascos que soy, esta serie es un despropósito. Blanquea a ETA, como si sus motivaciones fueran lícitas, y pone a todos los demás, como sociópatas corruptos. Espero que ninguna víctima de ETA o familiar la vea, porque le causará estupor y dolor. Si querían analizar el fenómeno con realismo y profundizando en la dimensión humana de ambas partes del conflicto, podrían haberse leído la novela Patria. Esto es, literalmente, telebasura. Y los actores parecen tan vascos como yo danesa. La fotografía y actuación, magníficos. Pero la mala fe del director y productores no lo compensa.