Para ser la primera película que veo de ese inquietante país que es Corea del Norte me ha sorprendido algo, ya que no está nada mal. Esperaba algo más cutre y chapucero al leer de qué trataba, pero dentro de todo no está mal currada.
Está claro que el mostrenco es un tío disfrazado, pero dejando esto aparte tenemos una buena y lograda ambientación de la Corea del siglo XIV, buenos decorados y buen vestuario. Las actuaciones son aceptables, y la parte final te hace recordar cualquier film japonés de "Godzilla" ya que sale Pulgasari destrozando maquetas (aunque están bien elaboradas). No es una película buena, pero creo que entretiene y no está mal hecha.
Como curiosidad decir que en 1985, Kim Jong Il (el cinéfilo ex-líder de Corea del Norte) se empeñó en hacer su propia versión de "Godzilla". Su servicio secreto se puso manos a la obra y raptó al director de cine surcoreano Sang-ok Shin para que filmara "Pulgasari".
En esta película, en lugar de ser un símbolo de las armas nucleares, el mostrenco representa a los temidos poderes capitalistas.