El mismo comienzo de la película nos sitúa ante el paisaje nauseabundo, atroz con el que nos vamos a encontrar. Un grupo de forenses grabándose con videocámara juegan con cadáveres haciendo de ventrílocuos. El alemán Marc Schoelermann debuta en el largometraje con una película que, lo digo ya. es uno de los films que más me han removido de los que he visto en los últimos años dentro del cine de terror, claro está. Dejando al márgen que médica o científicamente lo que se cuenta sea o no posible "Pathology" bajo su realización simplemente correcta, con aires de film modesto, pequeño, es angustiosa y original. Es una de esas premisas puñeteras de cierto cine de género que te pueden llegar a tocar porque son más puñeteramente (perdón por la reincidencia) posibles. No que exista un grupo de forenses desquiciados si no que gente que abre muertos un día sí otro también pierdan cierto equilibrio psicológico y se diviertan con los cadaveres. Me vino a la memoría la obra del fotógrafo Joel Peter Witkin, otro de esos puñeteros (a este paso me censuran la crítica) que nos hacen remover con la ética o inmoralidad de sus obras. Sea como fuere, además Schoelermann tiene a bien regalarnos una escena (que no desvelaremos porque está hacia el final) desgarradoramente poética, literalmente abrumadora, con música lenta de Sakamoto de fondo que, lástima, no venga acompañada de más sabiduría trás la cámara pero que es de una explicitud y poderío que bien vale por soportar todos los malos ratos visuales al que nos somete y que se quedará puñeteramente grabada en mi memoria.