Podría haber sido un gran western "Seraphim Falls", más por sus formas que por su fondo. Desde el comienzo asistimos a cómo cinco hombres capitaneados por el personaje de Liam Neeson persiguen en un paisaje nevado al personaje de Pierce Brosnan y aunque vayan dándose ráfagas puntuales no sabemos nada o casi nada de los motivos de esta persecución hasta pasados 80 minutos. Es decir, no sabemos dónde posicionarnos y esto atrae, es enigmático, ambos matan sin dudarlo a quien se interpone en su camino. Podría haber sido una del oeste mucho más arriesgada y reflexiva, pero no. Tanta persecución acaba por cansar y combina momentos de sobriedad con salidas facilonas que no atienden a mucha razón dentro del terreno de la acción. Pero supongo que son requerimientos de la trama que debe perdurar hasta un final que si bien no decepciona (es hermoso el plano final y el lugar en sí en el que transcurre) podría haber dado más de sí sin buscar una justificación tan evidente o un mensaje tan obvio. Fascinante la voz de Neeson en versión original, Brosnan aunque no lo parezca consigue que nos olvidemos de Bond a medida que se va ensuciando cada vez más. Pero queda la sensación íncómoda de lo que podría haber sido con más guión o más talento para sostener algo tan simple y a la vez tan complejo como una persecución de dos horas.