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España España · Madrid
Voto de Wanchope:
8
Comedia. Drama Medio-oeste americano, 1967. Larry Gopnik (Michael Stuhlbarg) es un profesor de física que ve cómo de la noche a la mañana su vida se derrumba. Es un hombre bueno, un marido fiel y afectuoso, un buen padre y un profesor serio, pero, de repente, todo en su vida empieza a ir mal. Su mujer lo abandona sin explicaciones, y el amante de ella lo convence para que deje su casa y se mude a un motel por el bien de los niños. Además, su carrera ... [+]
28 de mayo de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No resulta nada difícil reconocer la personalidad de los hermanos Coen detrás de ‘Un Tipo Serio’ para cualquiera que les haya prestado algo de atención, un film que recupera la verdadera esencia del dúo norteamericano y nos los devuelve en plena forma tras unos años titubeantes, en donde su filmografía se ha nutrido de films algo por debajo del genio de unos directores con tanto potencial. 'Un Tipo Serio' aunque le anda cerca no es una obra maestra pero no deja de ser su mejor película de los últimos 10 años, prácticamente desde "El Nota", y que pone sobre el tablero la evidencia de que tan importante es el talento como la personalidad para poder resultar verdaderamente estimulante.

Tras la seriedad de la irregularmente notable 'No es País para Viejos' (sobrevalorada en su conjunto, que no por partes) y la ligereza de 'Quemar Después de Leer' (un simpático pasatiempo, no más), los Coen vuelven a su terreno de juego predilecto con esta comedia negra, por calificar de alguna manera, género que han ayudado a desconfigurar y reformular continuamente durante toda su carrera, y de donde podemos extraer los más logrados momentos cómicos del cine moderno, algunos de ellos firmados por los propios Coen. Es aquí donde su talento mejor luce ante una cámara, extrayendo con maestría quirúrgica las gotas de humor directamente del corazón del drama, o a la inversa, reposando el drama sobre los hombros de la comicidad más pura, todo ello con la naturalidad propia de la vida en sí, ácida existencia totalmente alejada de una sencilla etiqueta con la que ser catalogada, y reformulable por completo a cada tic del reloj. Los Coen cuando resultan imprevisibles e inclasificables son tan notables cineastas que logran el casi imposible de hacer evolucionar su obra conforme su metraje avanza… ‘Un Tipo Serio’ cumple, y con nota.

Tengo que reconocer que había perdido la fé en los hermanos Coen. Tras su más que notables trabajos de los años 80 y 90, el siglo XXI parecía que había hecho mella en el talentoso espíritu de unos cineastas que se presentaban cansados, sin chispa ni rumbo, y cuyo anarquia e indefinición conceptual y narrativa les dejaba sin sitio a los ojos de una industria adicta al fast-food identificativo. Cuando son etiquetables y serviles resultan tan asépticos como intrascendentes, simples profesionales impersonales; amparados bajo el manto del verdadero espíritu indomable del enfant terrible a espaldas de la gran industria, con la libertad que otorga no rendir cuentas necesariamente de la taquilla, presentan la que es su tercera producción en tres años, una obra digna de la insolente frescura desprejuiciada de sus primeros trabajos pero empaquetada y formulada con la experiencia y sabiduría adquirida en sus últimos 15 años, reinventando con suma sencillez, sobriedad y eficacia el rico y frondoso mapa dramático de una historia tan compleja en su interior como sencilla en su exterior.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Wanchope
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