Toda la película es una farsa sobre la utilización que se hace de la pseudohistoria por parte de la prensa amarilla y los poderes políticos locales de vía estrecha para conseguir notoriedad. Nadie se salva de la burla, ni siquiera el teatro musical, pretendidamente serio. Están estupendos Charo López y Cassen, quien incluso canta un pasaje de una zarzuela como actor cómico. Hasta Florinda Chico interpreta, bastante bien, una conocida canción. Todos ellos arropados por una excelente plantilla de actores secundarios. Como valor añadido, la música original de Carmelo Bernaola, músico clásico y autor de destacadas bandas sonoras. La obra es una gozada por su sentido satírico categórico y sin desperdicio. Vale la pena verla. Ha ganado con los años.