Hay al menos cuatro películas con el mismo nombre o parecido. No se puede decir que el título sea precisamente original. En este caso, el drama se enmarca en la postguerra de Irak. Independientemente de su autoría, el film está rodado al estilo occidental. Se nota la formación europea del director irakí. Esto no quiere decir que la película sea buena. Parece haber cierta tendencia a ser indulgentes con el cine del medio oriente. Esta producción tiene la virtud de tocar la mentalidad fanática del terrorista suicida yihadista en un ambiente envolvente de verdadera miseria social y victimista, sujeta a la represión religiosa intransigente, con las fuerzas ocupantes incómodamente atemorizadas y con poco que hacer, salvo seguir sus órdenes. El tono es bastante autocrítico. El film no tiene mucho de especial, salvo la visión del problema desde el mundo árabe, o, al menos, de una parte de él.