Yuko Moriguchi (Takako Matsu) es la profesora de un instituto, el último día de clases antes de salir a vacaciones, mientras se despedía de sus alumnos, les dice que su pequeña hija de 4 años ha sido asesinada por dos estudiantes de dicho curso, quienes se iban a escudar en que por su juventud no pueden ser procesados penalmente, por este motivo planeó una terrible venganza para que intenten redimirse, totalmente metódica en su accionar y sin temor de consecuencia alguna en su contra.

Kokuhaku es un film con una estética ultra mega estilizada, un trabajo muy cuidadoso en aspectos como la fotografía de parte de Shoichi Ato y Atsushi Ozawa, la ambientación, múltiples, diversas y recurrentes tomas, la utilización excesiva de la cámara lenta y música que le da una onda actual, es cierto que varios de esos aspectos consigue momentos de impacto, sin embargo, a fin de cuentas resulta cansino y le quita fuerza a la trama, la cual es interesante pero no está bien manejada.

Tanta envoltura, tanto efecto, tanto “plástico” en su envoltura le atañe muchísimo a la historia, la cual ya de por sí presenta incoherencias graves dentro del mundo que crea y que la vuelve aún menos creíble, un fallo que es terrible para cualquier film. Se entraba de más la propuesta con las diferentes confesiones, aquí la propuesta hubiera ganado más con una narración más lineal, en especial cuando tanto dentro del film nos hace perder de vista lo que es realmente importante, que es la trama.

El tremendo impacto visual le resta sobriedad y credibilidad a lo que vemos, se ve todo demasiado maquetado, en exceso preparado y artificial. El contenido de la película es bastante macabro, el guion del mismo director basado en una novela de Kanae Minato no se guarda absolutamente nada en cuanto a lo moral, impacta la frialdad de los sucesos y las intenciones terribles de sus protagonistas, aclaro que no es por este turbado motivo por el cual no me parece un film rescatable, pero hasta cuesta pensar en la crítica al sistema educativo, al sistema judicial y a la educación estricta de parte de los padres que hace, cuesta sentirlo y por eso en conjunto simplemente no funciona.