Justo después de la batalla de Normandía, con unas tomas que no tienen nada que envidiarle a Saving Private Ryan (1998) de Steven Spielberg, un grupo de soldados es enviado a una misión en Rumanía, ellos son liderados por el coronel Rogers (Andrew Liberty), la idea es encontrar a Eris (Dominique Swain), una científica británica que ha sido capturada por el bando Nazi.

¿Cómo puede este grupo de soldados trasladarse desde Normandía en Francia hasta Rumanía cuando todo ese territorio estaba siendo controlado por los alemanes? Es un odioso misterio. Lo cierto es que apenas llegando comienzan las dificultades por ataques del enemigo, ágilmente el grupo se da cuenta que en realidad estos tipos no quieren matarlos sino capturarlos con vida, esto para experimentar con ellos.

Detrás de las investigaciones de la científica Eris, hay una curiosa arma letal que está intentando crear, una temible plaga que busca consumir al ser humano, Rogers y compañía deben hacer frente a esto en una clara posición de desventaja, sin embargo, el saludo del presidente de Estados Unidos los espera a su regreso y esa es razón suficiente para salir adelante.

De nuevo la productora The Asylum, de nuevo un largometraje que es pésimo incluso dentro de lo que propone el cine serie B, más allá de lo tonto del argumento, las situaciones ilógicas y demás, las actuaciones son realmente lamentables y de nuevo, los efectos especiales son risibles, además, en lo que parece ser una marca de la productora, hay un giro en el final de la película buscando ¿sorpresa, impacto, risa?