Alex (Denis Lavant) y Michèle (Juliette Binoche) se conocen de la forma más dolorosa posible, él es un artista circense callejero sumido en el alcoholismo, ella es una pintora a punto de quedar ciega por una extraña enfermedad, lastimada por una dolorosa ruptura amorosa que no logra superar, ambos, viven en la calle.

Pronto la complicada vida de indigentes los une, comenzando una tortuosa relación en un contexto tan difícil donde deben subsistir en el día a día, aprovechando la remodelación del Puente Nuevo en París para instalarse ahí, en compañía de Hans (Klaus-Michael Grüber) un indigente un poco mayor que en un inicio reniega de ella.

Como es de esperarse esta relación no está exenta de problemas, de ocultamientos, de mentiras, de egoísmo y control, posesiva o tóxica como se le conoce actualmente. Una y otra vez las bajezas se suceden, incluido el cierre del filme, donde pareciera que esta fuerza que los hace actuar así es igual de fuerte que la que los une.

Más allá de ese eje central, se tejen alrededor de los personajes un par de subtramas que enriquecen por completo el relato, visualizadas lo justo para armar aun mejor las piezas, siempre con el amor como telón de fondo, la historia entre Michèle y su ex, que da cuentas de una relación un tanto enfermiza, o bien, la historia de la esposa de Hans.

Leos Carax firma su tercer largometraje, una propuesta que sigue su exploración sobre las relaciones de pareja y el amor, pero, sobre todo, donde expone por completo su talento para contar historias y dirigir, aprovechando al máximo los recursos disponibles, acuerpado por grandes personajes e intérpretes.

En ocasiones muestra un gran naturalismo, con solo la fuerza de los diálogos, otras veces son las miradas las que determinan el camino, otras veces no es tan natural, utilizando música o fuegos artificiales para sobrellevar las emociones de los personajes, siempre con la cámara posicionada de la mejor forma posible.

Hay tantos momentos icónicos y poéticos que se repasa casi toda la película de solo pensarlos, Carax confirma su talento de la mano de su actor fetiche y una actriz que actualmente no requiere presentación.