Tenía una deuda con esta película, la pillé una madrugada más que empezada y ya no la pude dejar. De todos modos me encantó. Debía hacer lo menos una década y ayer por fin me decidí a rendirle los honores adecuados, armado con el hachís de segunda que gasto ultimamente.
Qué maravilla de película, qué genio el polaco, qué pesadilla más placentera. Como bien dijo Barfly hace unos meses, todo un precedente de Lynch, pero el polaco llegó antes, y con el humor surrealista debajo del brazo. Qué gran actor el polaco, como bien reivindica moscatel siempre que tiene oportunidad, y qué mujer la Adjani, haría las siestas en sus labios.
Uno se pone a repasar la filmografía de Polanski y no puede hacer otra cosa que postrarse. Qué grande Polanski.
Aprovecho la ocasión para reivindicar de nuevo Posesión, de un tal Andrzej Zulawski, también con Adjani, en la que pensé en algunos momentos. Y la infravalorada La Pesadilla, con Jeff Daniels, de la que también guardo un grato recuerdo.