Para mí es una buena película familiar. Un relato clásico de intriga, basado en la novela de Agatha Christie, sobre el personaje de Hércules Poirot (que encarna el propio Kenneth Branagh). Espectacular ambientación en el Egipto de los faraones. Es entretenida y sin grandes fallos, aunque cumple los esquemas de siempre: un grupo de personajes, que la película nos presenta uno a uno, y que directamente se convierten en un grupo cerrado de sospechosos en el que suceden los crímenes. El detective Poirot es el único que puede descubrir al asesino.