Impresionante historia e increíble apuesta teniendo en cuenta el contexto histórico en que se desarrolla. Conseguir que te atrape un mundo en el que casi no pasa nada, en el que los personajes apenas dan pistas de cuales son sus motivaciones, es una autentica delicia. Es un mérito que el señor Erice mantenga la tensión solo con minúsculos detalles, insinuaciones casi imperceptibles que nos guían por una pradera sin vida, sin alma. Como el Frankenstein de ambas películas, ese mundo es la tenue sombra de una sociedad plena y natural.

Mención especial a las pequeñas Ana e Isabel, que me consiguen hipnotizar con su tierno susurro, en mis oídos se convierte en sinfonía celestial. Solo con verlas interactuar me devuelvo en el tiempo para pasear por un universo imaginario, en el que todo es un misterio y la vida es pura fantasía.

Es la primer película que veo de Víctor Erice pero sin duda su cine ya ocupa un lugar en mi corazón.

Pd: Ayer desperté en medio de la noche pensando en la pobre Ana, Tan sola, tan incomprendida, no se como podría seguir adelante con su vida, enfrentándose cada noche a sus miedos y a sus dudas existenciales... entonces me acordé de Arrebato, de Ivan Zulueta y del espíritu de ese cine que te conmueve tanto, que no sabes si lo has visto o lo has vivido... ¿un deja vú?