Un par de años después del éxito de "¿Que fue de Baby Jane?" Robert Aldrich intentó juntar de nuevo a las dos divas (Bette Davis y Joan Crawford) para "Canción de cuna para un cadáver", una película de terror psicológico de las muchas que se rodaron en los 60 siguiendo la estela de "Psicosis", pero esta vez las diferencias fueron demasiadas y Joan Crawford abandonó el rodaje argumentando una supuesta enfermedad siendo substituida por Olivia de Havilland, intima amiga de la Davis. La película se llevó a cabo finalmente convirtiéndose como ya he dicho anteriormente en una historia de terror clásica a la que no le falta de nada, crimen, misterio, pasión, giros de guión, cabezas y manos cortadas, todo para mayor gloria de la gran Bette Davis, la autentica protagonista de la historia con un personaje decrépito y atormentado por los recuerdos del pasado. Robert Aldrich consiguió crear una atmósfera perturbadora gracias a una fotografía en blanco y negro y sobretodo a una canción lúgubre que va sonando a lo largo de la película que empieza con unas suaves notas de piano y una voz tatareando una inquietante nana llamada "Hush, hush, sweet Charlotte....".
En resumen, buena película que sin ser de las mejores de Robert Aldrich ni por supuesto de Bette Davis merece ser vista como un buen ejemplo de un género muy de moda en los 60, a título personal decir que durante días no conseguí quitarme de la cabeza la dichosa canción, hush, hush, sweet Charlotte......