La película no se puede decir que no te deje absorto, por lo menos hasta la mitad larga. Esta concebida de forma bastante original, como si el tiempo se parara o sucediéndose hechos en un lugar muy reducido o casi simultáneos, alejándose bastante de lo que estamos acostumbrados en los thrillers convencionales. Llega al punto de que por momentos parece que el tiempo de visionado es incluso mayor que el tiempo representado, si se entiende lo que quiero decir. Esto es indudable que le da al film un componente de inmediatez muy intenso, no obstante, como digo, a partir sobre todo de la mitad o mitad larga, este procedimiento llega a hacerse excesivo, incurriendo un poco en el ridículo. Tal vez aquí el problema también está en que los personajes principales son demasiado estúpidos y cuando se insiste mucho en mostrar la estupidez, el drama se convierte en comedia, y eso es lo que por desgracia le ha pasado al director. En otro orden de cosas, sí es cierto que los personajes principales son algo estúpidos, y de ahí también derivará su desgracia mutua, pero no obstante nos van a plantear un dilema moral interesante. No estoy diciendo que se pueda justificar nada de lo que pasa en el film, obviamente, pero eso que pasa, gracias precisamente a la presentación de las disyuntivas morales, va a adquirir mucho más realismo y mucha más profundidad. No es una película slasher sin más sino que realmente explora qué puede llevar a un ser humano a cometer un acto horrible, dentro de que ese acto horrible nunca está justificado, por supuesto.