No sé porqué siento que tengo que pedir disculpas a todos a quienes les gustó esta película. Y a mí mismo, porque me gusta tanto Woody Allen. Claro que no todo, pero Hannah, Annie Hall, Manhattan, y tantas otras seguirán estando en mis listas de preferidas de siempre. Este film, en cambio, me parece, como decían mis padres cuando algo no les gustaba, un bodrio: pobre a pesar del gran presupuesto, soso a pesar de las exageraciones y mohines de Penélope Cruz -¿hasta cuándo la van a usar de latina o española explosiva?-, además no se merecería el Oscar, Barcelona parece recreada en Hollywood, una ciudad de postal, a Gaudí se lo muestra todo lamido y sin gracia, los entretelones a tres son ingenuos, pasados de moda y muy poco eróticos. Scarlett Johansson parece de cera, Bardem pone caras de galán latino tipo Banderas, todo está lleno de pretendido glamour, en ambientes sofisticadísimos y vaciados de vida. La Clarkson, tan de moda ahora, está siempre igual, un poco sufriente y lavada. La historia pava y convencional, los tiempos extraños, parece que ese verano duró años y años. Un final en sordina y chato. En fin...