Nos encontramos a finales de los años noventa y Jody Marken es una adolescente que vive uno de los mejores momentos de su vida, con su novio y sus mejores amigos del instituto. Pero hay un problema, alguien está matando a alumnos de su colegio.

El Sherrif no da con la persona culpable, y lo único que saca en claro es que sea quien sea que esté cebándose con los jóvenes sigue un patrón: sólo mata a vírgenes. ¿Qué sucederá?. ¿Cómo darán con quién o quienes están actuando a sus anchas por el pueblo?. ¿Cuál es su motivación?.

Cherry Falls es una película que tiene la capacidad de tomarse en serio y a la vez es capaz de reírse de sí misma. El género slasher, de un tipo o tipos enmascarados cometiendo asesinatos en serie, estaba saturado y era difícil aportar nada nuevo, sin recurrir a lo que el espectador ya estaba acostumbrado a ver. Scream había puesto el listón demasiado alto y no todos eran Wes Craven.

Aquí, en este largometraje, son conscientes de que van a hombros de gigantes y la única manera de ser novedosos, de ofrecer lo mismo de manera distinta, es valiéndose de un guión risible, que ofrece lo que el espectador joven de entonces buscaba. La historia tiene ritmo, tiene seriedad y humor y ofrece lo que promete.

Creo que este tipo de películas rodadas a finales de los noventa y comienzos del siglo veintiuno han envejecido bastante bien.

Un saludo.