La muerte del hijo del protagonista y una venganza personal que queda a mitad de camino. Arranca muy bien con un Liam Neeson que no titubea ni por un segundo en recavar datos y masacrar a uno por uno a los autores del hecho pero el argumento va mutando y perdiendo su idea inicial con la incorporación de otra mafia que también quiere vengar la muerte de su hijo, asesinado por error. Va de más a menos con un final que no me logró convencer. Ofrece acción, humor negro, escenas originales tales como mostrar placas con los personajes que se van muriendo a lo "Kill Bill" pero su desenlace no responde a la premisa original. A su vez la actuación antagónica es bastante floja y exagerada. Entretiene y no mucho mas. Podría haber sido algo mejor.