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Voto de Wendy Torrance:
7
7,2
24.409
Drama
El 2 de marzo de 1974, el joven anarquista Salvador Antich, militante del Movimiento Ibérico de Liberación, se convirtió en el último preso político ejecutado en España mediante "garrote vil". Ésta es su historia y la de los intentos desesperados de su familia, compañeros y abogados por evitar su ejecución. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2009
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me gustan las películas que te cuentan una historia pre-suponiendo que ya te la sabes. Que empiezan por donde quieren y acaban cuando les place. Por eso no me gusta haberme quedado sin entender los ideales políticos de Salvador, si es que los tenía. En la película se nos muestra la organización MIL como un grupito de amigos que no tenían nada mejor que hacer.
Si te arrestran por robar caramelos, por más leña que te den durante el arresto, no se te ocurre disparar a nadie. Salvador dispara porque defiende sus ideas, porque las tiene grabadas a fuego, porque ha elegido la violencia como método de lucha, porque sabe de qué se le acusa y sabe la manera en que debe responder. Pero en el film nadie nos explica cómo han llegado a poseerle esos ideales, ni entendemos lo que pretenden.
Me sobra la historia del carcelero-colega. No sé cuanto de real tiene, pero me parece exagerada.
Increíble Daniel Brühl, como siempre. Y me vuelvo a enamorar de Leonor Watling.
Si te arrestran por robar caramelos, por más leña que te den durante el arresto, no se te ocurre disparar a nadie. Salvador dispara porque defiende sus ideas, porque las tiene grabadas a fuego, porque ha elegido la violencia como método de lucha, porque sabe de qué se le acusa y sabe la manera en que debe responder. Pero en el film nadie nos explica cómo han llegado a poseerle esos ideales, ni entendemos lo que pretenden.
Me sobra la historia del carcelero-colega. No sé cuanto de real tiene, pero me parece exagerada.
Increíble Daniel Brühl, como siempre. Y me vuelvo a enamorar de Leonor Watling.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Hay escenas lacrimógenas, como el abrazo con las hermanas, puestas para producir lástima. No lo consiguen tanto como aquellas otras que nos muestran a Salvador como un chico cualquiera, como nosotros mismos después de un error fatal, sentado en el baño bajo el neón que parpadea, ante la atenta mirada de sus guardianes. O ese "quina putada" que nos grita que es un chaval, ni asesino ni mártir, un chaval.