Divertidísima película de Chaplin en la que podemos ver una secuencia de gags realmente brillantes que nos arrancarán no pocas carcajadas. En esta ocasión el vagabundo se convierte en la estrella de un circo, pero sus habilidades son espontáneas e innatas sin necesidad de ningún tipo de preparación. El humor y la profesionalidad van de serie, tal y como siempre ha ocurrido en este excelente actor.

El argumento de la película lo representa la relación con la hija del director del circo, un padre déspota que no muestra cariño por ella sino falta de consideración y excesivo proteccionismo. Nuestro Charlot empatiza desde el primer momento con la chica y se convierte en su mejor amigo y en la persona en la que más puede confiar y apoyarse frente al carácter rudo de su padre.