La película cumple a un nivel técnico y artístico (siempre es un placer ver actuar a Juliette Binoche) pero la historia resulta fría, de ritmo irregular y excesivamente larga. A pesar de estar contando una historia que parece que debiera ser incendiaria, el resultado final deja frío como el hielo que se representa en la película.
Además, como detalle secundario, que Juliette Binoche tuviera la misma dobladora que Nicole Kidman o Kate Winslet no paraba de distraerme.