Me animo a escribir leyendo los parabienes de la crítica, de casi toda. Es una película original, de esas que se dicen "raras", de autor. Tiene su punto. A veces engancha, sobre todo el tramo final. Pero, en general, le sobran planos y segundos. Se nota en exceso el ejercicio de estilo, los planos, esos segundos que se hacen interminables a veces y que te dan tiempo a pensar en los agujeros del guión, esas caras que se pretenden un pozo, tan previsibles y forzadas (Sacristán sale airoso de ello). Sí, es cierto lo de la perversidad, el mundo interior oscuro, las elipsis, el toque social para que la cosa eche a andar. Tiene mérito el riesgo, el salirse del camino, el buscar nuevos horizontes expresivos. Pero cuando se nota tanto el hecho de crear, la cosa se vuelve algo impostada, artificial, rebuscada en exceso y queda en algo mucho más vacío de lo que se pretende.

No sé, pienso en "Drive" y está a años luz de esto.