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Voto de luguca:
8
7,0
6.306
Thriller. Comedia. Drama
Bruno Davert es un alto ejecutivo que trabaja desde hace quince años en una fábrica de papel. Debido a la reestructuración económica de la empresa, él y cientos de empleados son despedidos de la noche a la mañana. En principio la medida no le preocupa; es joven (ronda los cuarenta), tiene una preparación excelente y confía en encontrar pronto un puesto de trabajo similar. Tres años después, aún sin trabajo, sólo piensa en sobrevivir y ... [+]
17 de julio de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado este drama-trhiller en clave de comedia ligera. Porque Bruno es un asesino y un machista -hay que ponerle la comida e incluso la ropa limpia y es el que dispone del coche-, además de un ejecutivo en paro. Pero la sociedad que lo rodea es "ejemplar": Los policías de tráfico se preocupan por el medio ambiente -no tire papelillos, oiga-; los empresarios se interesan por las ganancias desmesuradas al precio que sea; los adolescentes roban vídeo-juegos por el gusto de acumular; la hija pre-adolescente sabe despertar los instintos pedófilos de los hombres; los comisarios internacionales hacen visitas de cortesía -"tiene usted una cas muy bonita"- mientras le avisan de que un asesino en serie está cargándose ejecutivos con su mismo perfil... .
Y, mientras tanto, un suicidio en directo sólo suscita risas por la cara de pasmo que se les ha quedado a los vigilantes y en las vallas publicitarias, en los camiones y en los autobuses, se van cruzando imágenes de mujeres descomunales medio desnudas o primeros planos de apetitosos glúteos.
Nadie quiere dejar de vivir en la apariencia, porque nadie parece conocer otra clase de vida.
Una crítica feroz a nuestra doble moral que nos hace decir que el dinero no lo es todo pero nos lleva a vivir como si todo se redujera al dinero.
Y, mientras tanto, un suicidio en directo sólo suscita risas por la cara de pasmo que se les ha quedado a los vigilantes y en las vallas publicitarias, en los camiones y en los autobuses, se van cruzando imágenes de mujeres descomunales medio desnudas o primeros planos de apetitosos glúteos.
Nadie quiere dejar de vivir en la apariencia, porque nadie parece conocer otra clase de vida.
Una crítica feroz a nuestra doble moral que nos hace decir que el dinero no lo es todo pero nos lleva a vivir como si todo se redujera al dinero.