La verdad es que me eché unas risas con la película, especialmente en la primera parte. Todo lo que rodea a la boda especialmente, hizo que me revolviera de la butaca de la risa viendo a todos los pánfilos a mi alrededor que se lo tomaban en serio. Me preguntaba si de verdad alguno de todos los que me rodeaban se tomaba realmente en serio eso o no le hacía gracia cómo a mí. Luego me dí cuenta, que lo mismo estaban cabreados porque se habían dado cuenta de que el dinero invertido era el timo de la estampita, y claro, por eso no reían. Pero yo me reí, vaya si me reí, viendo los caretos del Vampirito y la Virgencita. Parecía uno de esos episodios malos de solemnidad de "Dawson's creek" con tanto gestito y tanta carita. La verdad, que te despiertan el ansia viva de coger un palo y estampárselo en la cabeza a ver si espabilan de una puta vez, cojones.