Gran hazaña histórica la que hizo Mel Gibson en los 90 como director, productor y actor. "Braveheart" es el resultado de un gran trabajo que incluye acción brutal, un sinfín de heroicidades y la tragedia romántica como trasfondo de la trama. Todo empieza cuando William Wallace (Gibson) pierde a su amada e inicia una revuelta popular contra el rey del país opresor, conocida por sus secuencias de batallas electrizantes y sangrientas, la historia es una magnífica mezcla de aventuras con venganza. Pero lo que más me impresiona de la película son las localizaciones del rodaje: paisajes escoceses espectaculares que me apetecen visitar en un futuro próximo; una banda sonora céltica de James Horner que es preciosa; una fotografía aceptable; un estupendo guión; geniales trabajos en maquillaje, vestuario y sonido. Es una película hecha con sangre, sudor, corazón y entusiasmo que muestra aptitud para lo mítico y mantiene los excesos sádicos y partidistas, vale la pena perder 3 horas de vida para ver este genuino producto que combina lágrimas, traición y carnicería. Bien merecido tiene sus 5 Oscars (película, director, fotografía, maquillaje y efectos de sonido) , aunque podía ganado algo más de sus 5 restantes nominaciones (guión, vestuario, montaje, BSO y sonido).