- Se supone que las pruebas se realizan en un complejo ultra vigilado con cámaras y micros por todos lados. Dónde están estos micrófonos cuando los chavales se ponen a hablar y a conspirar contra los que dirigen el tinglado?

- Saltarse el Proceso es tan sencillo como robarle la oreja a otro. Y aunque resulta que todo el mundo sabe como identificar a un candidato fake, ningún funci funci del tinglado les revisa que no tengan sospechosas cicatrices antes de empezar.

- Ezequiel es el hombre multitarea. Vigila las pruebas, revisa personalmente la seguridad del edificio, detiene maleantes y todavía tiene tiempo para dedicarle a su más que probable hijo ilegítimo. Dádle vacaciones al pobre hombre...

- Parece que el examen este lo llevan solamente 3 funcionarios, ya que son siempre los mismos tipos los encargados de encuestar a los candidatos, vigilar las pruebas, detener a maleantes y reportar a sus jefes. Menudo mundo ideal que nos quieren vender si los "elegidos" curran 24/7...

- Toda la tecnología "futurista" es de cartón piedra. Los escenarios huelen a rancio y a mobiliario barato del Ikea. Los escenarios externos son renders hechos con el Paint.

- Cambios dramáticos y demasiado bruscos de guión. O como Michel Tello, aka el guapo guaperas, pasa de ser un líder justo y buenazo a un psicokiller con ansias de sangre. En 10 minutos y porque potato.

- A veces parece más bien que estén en un campamento de verano o haciendo un Erasmus y no jugándose su supuesto futuro o plaza en el paraíso.

Y así hasta el infinito. No obstante, el planteamiento base sigue siendo interesante, por lo que los amantes del género, si saben perdonar todos estos fallos, puede que les interese. Además, las partes de las pruebas tienen su morbo, aunque tampoco es que estén especialmente inspiradas...

Por lo que en resumen, no deja de ser una buena idea mal ejecutada y que respira cutrez por todos los lados.