Una buena cinta española protagonizada por Álex González, interpretando a un boxeador del montón con problemas económicos familiares, que ve una oportunidad con la llegada del "Pive", un antiguo boxeador argentino y antiguo amigo de su padre, quien le propondrá ser su socio atracando bancos. No es gran cosa pero está bastante entretenida y da que pensar.

Boxeo y atracos, ¿cuál de las dos cosas es peor? ¿Pegarse a ostias legalmente mientras cientos o miles personas aplauden viéndolo? ¿O robar a otros ladrones que roban legalmente? En fin, cada cual tendrá su opinión, pero solo quiero decir que la línea que separa lo legal de lo ilegal la marcan personas que apenas distinguen la diferencia entre ambas.