Tom Cruise lo ha vuelto a hacer. En dos años consecutivos ha conseguido ponerse al frente de otro gran título de ciencia-ficción, tras el éxito obtenido en 2013 con la magnífica “Oblivion”.
Es un género que le va como anillo al dedo, su probada eficacia dentro y fuera de la pantalla le hace una y otra vez merecedor de estar entre los más grandes actores contemporáneos, por mucho que les pese a algunos.
En esta ocasión se une a la actriz Emily Blunt y al director Doug Liman para crear una cinta, que aunque quizás suene a algo ya visto, se presenta poderosa en su puesta en escena y en su constante sensación apocalíptica.
Es una película que conciliará a multitud de espectadores, tanto a los consumidores de cine en general, como a los usuarios de videojuegos e incluso lectores acérrimos de mangas y comics.
No dudo que estemos ante una amalgama de cosas ya vistas. La película del recientemente fallecido Harold Ramis “Atrapado en el tiempo” ha servido de inspiración a diversas películas, e incluso a muchos episodios de series de televisión. Si uno observa cualquier serie longeva de corte fantástico (“Smallville”, “Sobrenatural”, “Stargate”, …) todas tienen un capítulo donde sus personajes están condenados a revivir el mismo día una y otra vez.
Pero sin entrar en la pesadez y en la repetición, Liman conjuga los elementos a favor del interés y la tensión de una trama que va in crescendo y que culmina en una espectacular escena, con un París de pesadilla.
Tom Cruise se maneja en varios niveles, desde el apocado oficial de las primeras escenas, pasando por un héroe de acción a la fuerza, hasta culminar incluso, en una auténtica máquina de matar bichos. Emily Blunt por su lado luce bellísima, conjugando presencia y excelente interpretación a partes iguales. Su personaje puede ser perfectamente heredera de cualquier mujer de acción del cine de James Cameron.
Mención aparte es el apabullante diseño de producción, con unos contundentes efectos especiales y la creación de unas criaturas realmente amenazadoras y difíciles de matar.
Reconozco que es de estos títulos que es merecedor de tener un hueco en mi colección de películas de ciencia-ficción, para que a su vez, al igual que le ocurre a Tom Cruise, revivir una y otra vez ese momento en que ve por primera vez a Emily Blunt, haciendo ejercicios en el pabellón de prácticas de tiro.