Como al propio Balboa, su padre le dijo que no tenía mucho cerebro -no estoy de acuerdo-, así que le convenía usar su cuerpo -eso lo secundo-. A Arnie sí le acompañaba lo primero, además de un cierto punto de mala sombra cuando, en la cúspide más enfermiza de la rivalidad entre él y Stallone, le hizo creer que codiciaba protagonizar un guión de una comedia de acción sólo para que éste se lo arrebatase e hiciese el ridículo... aunque con un moderado beneficio en la taquilla.
La primera y única buddy movie de acción coprotagonizada por Stelle Getty -despojada parcialmente de su maquillaje avejentado en 'Las chicas de Oro', que no de la misma personalidad que su personaje, la entrañable y deslenguada anciana Sophia Petrillo- tuvo una parte negativa y otra positiva para Sly. La parte mala es que él era el otro coprotagonista. La parte positiva es que gracias a 'Alto, o mi madre dispara' se le despertaría, pasada la fase de prudente cordialidad promocional, el gusanillo oculto del potro como crítico de cine:
"La peor película que he hecho con creces, tal vez una de las peores películas en todo el sistema solar, incluidas las producciones alienígenas que nunca hemos visto. Creo que en China emiten '¡Alto, o mi madre dispara!' una vez a la semana en la televisión para reducir a cero la tasa de natalidad. Si la pusiesen dos veces, creo que China desaparecería en dos años".
Quién sabe, puede que ver a Estelle Getty jodiendo el revolver de Stallone al lavarlo con lejía y Mister Proper, o aireando su vida en un intento de suicidio fuese la mitad de divertido e inesperado que el choteo de oir a Sylvester rajando con la voz de Ramón Langa. Así que ya sabes, si la ves en V.O. pierde la mitad de la gracia, sobre todo para corroborar que Estelle Getty e Irene Guerrero de Luna formaban una sociedad infalible bajo cualquier circunstancia. Eso incluye el hecho de que Guerrero exclamaba "¡volveré!" mejor que el mismísimo Constantino Romero.