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Voto de antonio lopez herraiz:
8
Thriller. Drama Jóvenes bailarines toman accidentalmente LSD mezclado con sangría y así su exultante ensayo se convierte en una pesadilla cuando uno a uno sienten las consecuencias de una crisis psicodélica colectiva. (FILMAFFINITY)
12 de octubre de 2018
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo más chocante con cada nuevo trabajo del autor de 'Love' o 'Irreversible' es que, sin hacerle ascos a su ociosa voluntad de romper con la convencionalidad, al invertir la cronología de sus guiones -aquí más sutil, limitándose a usar el final como prólogo, con un metraje restante totalmente lineal-, su as en la manga continúe siendo el de recrearse con secuencias de un subrayado espíritu lisérgico, macabro y tremebundo en lo visual -eso es marca de la casa- y, para la ocasión, rematarlas con un final comparable a una atracción de la casa de los horrores.
Que sus protagonistas dejen aflorar sus instintos más retorcidos y violentos, liberados bajo el efecto del LSD que alguien ha vertido en su sangría, no deja de ser la excusa idónea para generar un clímax expositivo de calculada anarquía, ante la batuta -deliberadamente confusa, jugando al despiste- de Gaspar Noé, empeñado en orquestar 90 minutos de planos-secuencia mareantes donde nos muestra lo estimulante que puede ser ir hasta las cejas, bailar hasta la extenuación y arrimar la cebolleta con el primer cuerpo sudoroso que se te ponga por delante. Y no adelanto más, para no chafaros un par de sorpresas. Eso sin obviar los momentos de propina donde Noé, dialéctica mediante, e inmerso en el corazón de la juerga que precede al desastre, se molesta en radiografiar la personalidad de todas sus criaturas, con un olfato para la broma que para sí hubiesen deseado los autores de la ya lejana 'La Fiesta' (2002, Manuel Sanabria & Carlos Villaverde).
Es como si uno de los capítulos en la saga juvenil 'Step Up' -sin prescindir de las obligatorias coreografías horteras- estuviese dirigido por el propio Noé, y lo hubiese ambientado en el mismísimo Rectum, aquel refinado club clandestino de 'Irreversible' donde sus socios departían cordialmente, follaban y, si surgía la ocasión, se inflaban a hostias. 'Clímax' (2018, Gaspar Noé) es una noche de música electrónica, alaridos de horror y sexo que no olvidarás en lo que te resta de vida. Con todo lo bueno (y malo) que eso conlleva.
antonio lopez herraiz
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