Gran película de Steven Spielberg aunque a la vez algo engañosa. A pesar de que estamos ante una película totalmente novedosa y original, Minority Report solo tiene de peculiar su escenario y fondo. La película no deja de ser una persecución (muy buena, eso sí) por una doble vía. La primera, por parte de los agentes de precrimen y otra por parte de Tom Cruise para descubrir la presunta inocencia de su caso.

Minority Report, además, tiene el mismo mensaje que tantas otras producciones que se han dado de este género (y subgénero). La tecnología nuevamente al servicio del hombre en una fase de prueba. Al principio todo parece perfecto, parece una solución eficiente y envidiable a un problema difícil, pero conforme va avanzando la película empiezan a surgir preguntas de niveles éticos y morales que convierten al "experimento" en algo un poco aberrante y oscuro.

Tom Cruise está bien, en su línea. Siendo un actor que a mi personalmente me gusta bastante (entiendo que no guste igualmente) es cierto que en Minority Report tampoco se mata por hacer una interpretación maravillosa. Le basta con ser él para dar un servicio adecuado a Spielberg, el cual no deposita en su interpretación el peso de la trama.

Estamos ante un thriller policíaco disfrazado de tecnología por doquier, con buenos efectos (incluso desaprovechados) y una duración un tanto abusiva. Una vez que se resuelve el caso, lo que viene después, aunque interesante, está un poco extendidode más. Dicho de otra manera, el gran clímax que sucede con la historia de Anderton es demasiado bueno como para que el siguiente clímax surja tanto efecto. Con el tiempo el espectador grabará en su mente el primer clímax, y lo percibirá como verdadero final de la película.