El mejor corto hasta la fecha de Grasso, retomando su animación inicial. La crítica social está ahí presente casi sin esperarlo, y el final es bastante bueno. Lo malo es que no acaba de contar una historia como tal y es simplemente una manera de enviar un contundente mensaje. Sí, para muchos es suficiente, pero unido a una animación también mejorable a mí no se me hizo tan bueno. En cualquier caso, no es uno de esos cortos que te deja indiferente.