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Voto de Cinemagavia:
10
Drama. Romance. Comedia Adaptación de tres cuentos del escritor francés Guy de Maupassant que versan sobre el placer: - Un hombre extraño, que asiste a un popular baile de máscaras en París, baila hasta caer extenuado. El médico que lo atiende descubre sorprendido que tras la máscara se oculta un anciano. Cuando lo acompaña a su casa, la esposa le cuenta al médico la triste historia del bailarín. - A Madame Tellier, que regenta un prostíbulo, la invita su ... [+]
18 de julio de 2020
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El placer y la vejez

El placer arranca con un fundido a negro, en el que escuchamos la voz de Jean Servais dirigiéndose al público, como si fuera el propio Maupassant. Este recurso técnico del que hace uso Ophüls, hace que la cinta desde el minuto uno adquiera una atmósfera íntima y cercana hacia el espectador, como si de un leve susurro se tratase.

Esta primera historia, está basada en el cuento de Maupassant titulado “La máscara”. La historia arranca con un grandioso plano general, en el que vemos que se está celebrando un gran baile. La cámara se mueve al ritmo de la muchedumbre, hasta que de repente topa con un estrambótico hombre con bigote. La cámara sigue de una manera majestuosa, los agitados movimientos en forma de baile, de este misterioso hombre. Durante esta primera historia, vemos uno de los mejores planos jamás realizados en la historia del cine. De repente vemos como la cámara gira en círculos al mismo tiempo que el hombre, es una especie de delirio festivo.

Este joven carismático y lleno de vitalidad, resulta ser en realidad todo lo opuesto a su apariencia. Después de que el hombre cayera desmayado, es cuando se dan cuenta de que está portando una máscara. Al ser asistido por un médico que es el responsable de quitarle la máscara que le está asfixiando, descubre que en realidad es un anciano.

Esta impactante y desoladora historia, representa los estragos de la vejez en relación con el placer. El protagonista era un auténtico galán en su tiempo de juventud, que ahora a causa de su vejez, es incapaz de disfrutar de dichos placeres. La máscara es una metáfora de la asfixia figurada y literal, que está viviendo dicho personaje. Este hombre ansia poder retener en su vida ese placer carnal, aunque tenga que pagar un precio por ello.

*El placer y la pureza

Esta segunda historia está basada en el cuento de Maupassant, “La casa Tellier”. En ella se nos narra la vida en un lupanar, de una pequeña localidad de Normandía. Haciendo otro soberbio manejo de la cámara, Ophüls nos va enseñando las distintas partes del lupanar, desde fuera de los ventanales. El director es capaz de mostrar toda la acción que se está presenciando en ese momento, con sutiles movimientos de cámara.

La trama de El placer arranca cuando los clientes asiduos al lupanar, se dan cuenta de que está cerrado. Es un momento muy cómico de la película, ya que estos hombres muestran cierta confusión y enfado por tal hecho. Al final descubren que el motivo del cierre, se debía a que la madame tenía que asistir a la comunión de su sobrina.

A partir de ese momento, somos participes del hermoso viaje que emprenden la madame y las prostitutas, para asistir a dicho evento. Nadie en la historia del cine ha mostrado con tanta humanidad y pureza el papel de las prostitutas, como lo hace Ophüls en este film. Te da la sensación de estar viendo “Mujercitas”. Mujeres llenas de pureza y dignidad que caminan con orgullo por la vida. Normalmente se suelen representar este tipo de personajes desde una aproximación vulgar y erótica. En cambio, en esta cinta te da la impresión de ver mujeres que son tratadas como personas, y no como ganado.

Uno de los personajes más importantes de esta segunda historia es el hermano de la madame, interpretado por el gran Jean Gabin. La historia llega a su climax, cuando el personaje de Jean Gabin intenta actuar de una manera inapropiada con una de las prostitutas. Esto representa el deseo de cambio de este hombre, que se ve inmerso en un matrimonio carente de emoción y pasión.

La escena más memorable de este capítulo de El placer, tiene lugar cuando se está celebrando la comunión dentro de la parroquia. Una experiencia realmente religiosa y emotiva, donde vemos el rostro más humano de este grupo de mujeres.

*El placer y la muerte

Esta tercera y última historia, está basada en el cuento titulado “La modelo” de Maupassant. En ella se nos cuenta la historia de amor entre un joven pintor y una joven modelo. Al principio de la relación, vemos la felicidad que rebosa en los dos protagonistas a causa del amor que se procesan. A medida que va pasando el tiempo, la relación va marchitándose hasta tal punto de ser dos extraños el uno para el otro.

Una de las escenas más inquietantes de toda la película, es la escena en la que toma lugar una gran discusión de pareja entre ellos. Es el punto de inflexión de su relación, algo que se ha ido consumiendo lentamente y que un día ha saltado por los aires. Es realmente impactante esta escena, que llega a su fin cuando los dos rompen un cristal a la vez, y se ven reflejados al mismo tiempo en él.

Después de este violento suceso, el joven pintor decide romper con la modelo yéndose a vivir a la casa de un amigo. La mujer corre en su búsqueda, con el fin de salvar su relación con él. La mujer al darse cuenta de que su amado ya no la quiere, entra en un estado de locura absoluta cuando intenta suicidarse tirándose de una ventana. A lo largo de esta crítica, se ha nombrado en innumerables ocasiones la proeza técnica del director, pero si hubiera que quedarse con una de ellas, sería la que se lleva a cabo en esta escena. Haciendo uso de un plano subjetivo, vemos como la cámara nos muestra la visión fatídica de la protagonista. A lo largo de esta toma, vemos como la mujer sube las escaleras, abre la ventana y posteriormente cae al vacío. La cámara cae literalmente, estampándose contra lo que parece ser un invernadero.

*Conclusión

Es difícil de poner en palabras, todas las virtudes que tiene esta obra maestra. Da la sensación de que la cámara estuviera flotando en todo momento del metraje. Otros aspectos técnicos como la maravillosa dirección artística o la grandiosa banda sonora, también son dignos de resaltar. El placer es una obra que refleja como los instintos más bajos del ser humano, nos pueden llegar a cegar hasta tal punto, de ser incapaces de saber en realidad lo que nos hará felices.

Escrito por Daniel Jiménez
Cinemagavia
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