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Voto de Cinemagavia:
6
Ciencia ficción. Thriller La preocupada Marie (Rosemarie Dewitt) haría cualquier cosa para proteger a su hija pequeña, de 4 años. Cuando una sofisticada clínica crea un dispositivo que, al implantarse en el cerebro, garantiza esa protección, Marie no duda en acceder a ese servicio. Gracias a una app, la madre podrá monitorizar a su hija en cualquier momento... Episodio de la cuarta temporada de Black Mirror. (FILMAFFINITY)
13 de diciembre de 2017
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Black Mirror ha vuelto (vítores) y cómo arranque de esta cuarta temporada: Arkangel resulta un bálsamo tranquilizador para los fans de la serie, nada ha cambiado: el tono, la distopía y la evolución completamente lógica de nuestras tecnologías actuales continúan intactos en este primer contacto con los telespectadores (o quizá ahora es más preciso hablar simplemente de internautas o seriófilos). ¿Cuándo estará disponible esta cuarta temporada de la serie creada por Charlie Brooker? El día 29 de Diciembre.

Tanto para “fans” como para simplemente seguidores, Arkangel va a complacer en mayor o menor medida, aunque como ya nos tiene acostumbrados la serie, estaremos acompañados de ciertos claroscuros a lo largo del episodio.

La dirección de Jodie Foster resulta tan sobria como acertada, muy en la línea de los últimos episodios de la tercera temporada, en ese aspecto tendremos un producto bien planificado, ejecutado y acabado, aunque hay que puntualizar que, para bien o para mal, en Black Mirror no venimos para hablar de la técnica: ¿Qué tal el guion? ¿Qué tal la trama? ¿Vuelve Charlie Brooker a componer una serie de ideas para hacernos reflexionar sobre los medios de comunicación? ¿Sobre la tecnología? Sí y no, despiecemos al animal:

Cómo nos tiene acostumbrados, Brooker escribe una premisa atrayente y sugestiva, ni siquiera importa que reutilice ciertas ideas de los episodios anteriores, en este caso: implantes oculares; lo que realmente garantiza que estamos ante algo sobre lo que merece la pena pararse es el enfoque que quiere dar a la trama: La sobreprotección infantil. En este aspecto no se le puede achacar nada al episodio. Por contraposición, la evolución de la trama resultará (una vez más) el talón de Aquiles del capítulo y casi me atrevería a decir de la serie, pues esta situación, la hemos vivido más de una vez.

La premisa es excelente, sí; pero, ¿y el episodio? No, no lo es. Y no lo es por la cierta obsesión por el extremo de Brooker, no está mal bailar sobre la cuerda floja, llegar hasta dónde los demás no se atreven, pero cuando sus personajes comienzan a perder el rumbo, los nervios y el control sobre sí mismos (y sobre su personalidad), me empieza a perder a mí también. Comprendo el miedo que se siente al ser padre (en este caso: madre), comprendo el amor del personaje interpretado por Rosemarie Dewitt hacia su hija y su obsesión por la seguridad de la misma, y me apasionan los métodos de censura presentados en el episodio hacia los menores: una idea fascinante y terrorífica. Pero eso no implica que el episodio funcione.

El principal problema de Arkangel es que a medida que avanzan sus 60 minutos de duración, el interés va decayendo potencialmente porque acaba resultando un episodio predecible. Conforme avanza la trama es fácil averiguar hacia dónde llevará esto y sólo queda esperar que al menos el camino resulte tan plagado de ideas interesantes como su inicio arrollador; esta circunstancia, por desgracia, no se acaba dando y tendremos un producto bien dirigido, bien interpretado, interesante, entretenido, y también, sí: anodino. Falto de la genialidad que quizá muchos buscamos en los guiones de Brooker.

Black Mirror sigue siendo una de las series más interesantes del sector en esta cuarta temporada, pero continúa sin alcanzar el grado de brillantez que lleva atisbándose detrás de sus ideas desde el primer episodio. Afortunadamente, esta temporada todavía nos cede cinco episodios más para descubrir si Brooker ha logrado dar con esa fórmula a la que tanto se acercó con episodios como ‘Blanca Navidad’ o ‘San Junipero’. Quizá todavía no haya llegado esa gran obra maestra que esperamos, puede que nunca llegue, no importa, Brooker no va falto de oportunidades en la pantalla de mi televisión (monitor). Al menos sigo teniendo la certeza de que cuando desfilen los fugaces créditos finales en cualquier episodio, seré poseedor de, como poco, una nueva idea interesante sobre la que poder reflexionar; ese sigue siendo el valor de Black Mirror, el que no ha perdido y sobre el que debería evolucionar.

Escrito por Daniel González Fernández

https://cinemagavia.es/black-mirror-arkangel-critica-netflix/
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