Sobre slashers…

Desde hace tiempo los “fans” del cine de terror y cinéfilos en general vamos viendo como afloran años tras años títulos nostálgicos de los 80. Una gran parte de éstos, el denominado slasher por Sean S. Cunningham. Y es que le debemos al propio Cunningham con su famoso Viernes 13 el nacimiento de un subgénero en el que los jóvenes podían ir al cine y disfrutar de como un asesino enmascarado exterminaba de variopintas formas a jóvenes acalorados.

Así pues el slasher se convirtió en una apuesta segura para las productoras ya que generalmente se trataban de films baratos que salían muy rentables. En la mayoría de los casos estas películas resultaron muy formularias llegando a producir un sopor terrible en el que las ve. Ahora bien estas películas hijas de su época, cuentan con una ideología particular que sería mal vista en los actuales tiempos de corrección. Si algún lector está interesado por este subgénero recomiendo el ensayo de Luis Perez Ochando — Todos los jóvenes van a morir: ideología y rito en el slasher film.

…y tumbas

Dicho esto… ¿tienen cabida los slasher en pleno 2018 (ponga año arriba, año abajo)? Obviamente el mercado y por ende el público dice que sí. Con esto entronco con el comienzo del apartado, los nuevos slasher nostálgicos. Hell Fest pertenece a esta ola de producciones tipo Las últimas supervivientes o Tragedy Girls. Películas de las que generalmente oímos en boca de su director o productor que son un “homenaje desde al cariño al género“. De amor, cariño, deseo o como quieras llamarlo, más bien poco.

Y es que estas películas vistas desde la postmodernidad cansan bastante. Ya sabemos que en general los slashers clásicos son aburridos pero con encanto, estos nuevos slasher parecen querer ridiculizarlos. Primero riéndose abiertamente de ellos y segundo poniendo en tela de juicio continuamente la moralidad de estas películas. ¿Pero por qué quiero identificarme con las víctimas? Lo que todo el mundo quería ver era ver como el asesino acababa con todos.

Bienvenidos a Horrorlandia

Vamos con el mayor punto fuerte de la película, el diseño artístico. La película transcurre en el Hell Fest (no equivocarse con el mítico festival de metal, disculpen el mal chiste). Este Hell Fest es un parque de atracciones con una temática enteramente de terror. Por lo que leo éstos son muy comunes en USA. Esperemos al menos que la película sirva para que algún millonario quiera construir uno por aquí, me viene bien aquí uno cerca de La Gavia.

El diseño artístico y de producción de este parque esta trabajadísimo dotando a la película de un sello propio (con permiso del señor Hooper). No sólo vemos deambular increíbles disfraces u horripilantes atrezzos. Sino que cada parte del parque tiene una temática propia. Convirtiéndose ésto en un entretenido juego para el espectador.

Una atracción con el mismo final

Por desgracia, Hell Fest acaba siendo como ese último vaso de Cocacola que te sirves, sin gas y dulzona. Un buen asesino Slasher siempre debe tener una máscara molona, la de Hell Fest pese a no ser terrible tampoco dice mucho. ¿Estamos de acuerdo que las muertes deben ser geniales, no? (para perdonar el resto de metraje). Las de la película son poco numerosas pero divertidas y salvajes. Además están realizadas con medios artesanales: prótesis, goma y todo eso que es pegajoso y huele mal (sic). Lo cual es de agradecer en plena era de los efectos digitales que para el terror suelen ser horribles.

En la película vemos poco riesgo y mucha autoconsciencia que termina por no decir nada. De ahí que me permitan volver a la pregunta del principio ¿qué nos puede aportar hoy en día el slasher? Generalmente nada pero por suerte suele salir alguna película muy interesante como “Los extraños 2 ” de la cual podéis leer una genial crítica en esta misma página.

Conclusión

Al igual que el slasher soy una persona que me repito mucho pero… Hay que ir al cine a ver género siempre. Aún así recomiendo el visionado para todo aquel que quiera pasar un buen rato una tarde estas (quizás aprovechando cierta festividad cinéfila). Eso sí, si no te gusta ni un poco el género, poco tiene que aportar Hell Fest. Lo dicho, coca-cola sin gas y dulzona, siempre sorprende ver el número de gente a la que le gusta.

Escrito por David Domínguez Martínez
https://cinemagavia.es/hell-fest-pelicula-critica/