El cine de bajo presupuesto está lleno de cosas bizarras y alocadas y esta película es algo que va más allá de la sanidad humana. En el cine de terror se han hecho muchas películas de malvados asesinos reencarnando en otras cosas, pero en esta ocasión se les ocurrió la loca idea de un asesino reencarnando en un sorete gigante. La idea obviamente suena enfermiza, pero tomando en cuenta que la trama es narrada por una niña, pues un niño es capaz de que se le ocurra cosas como esa. La idea de la película es que cuenta algo que solo a un niño se le ocurriría y eso es lo que logra conseguir. Es una película mala hecha a propósito con mal guion, malas actuaciones y malos efectos especiales. Es como si la intención fuera hacer algo como las películas de bajo presupuesto de los años 50 y es probable que a esta película le hubiese ido mejor en aquella época. Los efectos se notan bastante que son falsos, hecho con material que se puede conseguir a mano. Al menos algunas escenas logran ser lo suficientemente desagradables que asquear al espectador. El monstruo de sorete claramente es un sujeto con un disfraz y se nota que quisieron darle un diseño al estilo de los monstruos de las películas de los años 50. El concepto de la película y la trama en sí son bastante ridículos y tratan de compensar eso con algo de humor. La película sí llega a dar risa en algunas ocasiones, no por los malos chistes, sino por lo mala que es la película en muchos sentidos. Al menos tiene una historia que se puede seguir por muy absurda que es y los créditos finales vienen acompañados de una canción bastante divertida. Monsturd es una de esas malas películas de bajo presupuesto que cualquiera puede hacer con lo que tenga a mano y solo existe para divertir al espectador por lo ridícula que es. Mi calificación final para esta película es un 3/10.