Piloto –y esperemos que no se quede solo en el piloto- de una serie de animación para adultos, y una que si vale la pena. Personalmente no soporto series como “parque del sur”, padre de familia o esa basura absoluta que son los capítulos perdidos de ren y stimpy, y en general aquellos que presumen de humor “políticamente incorrecto”, pero este primer episodio si me ha gustado.

De partida la animación es notable, en especial para un proyecto que no tiene un gran estudio detrás y tampoco mucho presupuesto –creo que ese solo primer capítulo tardo tres años en animarse-, algo irregular pero es comprensible, pero todo lo compensa con una animación fluida en casi todas las escenas, el notable uso del color –todos esos rojos demoniacos y esas sombras- y la estética en general, junto con todos los diseños de los habitantes del inframundo y demás objetos, esa arquitectura. Y tanto detalle, de las habitaciones, de los fondos, etc.

El humor también funciona, bastante negro en ocasiones, muy irreverente en otras, los chistes visuales –incluso sonoros- están por todas partes, necesitas ver dos o tres veces el episodio para poder captarlos todos, o incluso más. Nada de esto funcionaria si los personajes fueran desagradables o poco carismáticos, pero los personajes funcionan, como Charlie Magne, princesa de Disney exiliada en el infierno y con un corazón sangrante por las periódicas purgas que sufre la población demoniaca, esta su novia Vaghata –más conocida por el desafortunado apodo de Vaggie- fiel, protectora, decidida. Polvo de Ángel, divertido a pesar de ser una perra promiscua y drogadicta, Sir Pentius, fracasado amo demoniaco steampunk, y el Demonio Radio, quizás el más carismático de todos, y también el más peligroso e inmoral de todos los demonios del averno.

Vale la pena verla, mientras esperamos que puedan continuar con la serie.