Shindo describe con enorme habilidad la sensación de vivir en un lugar aparentemente idílico, estableciendo numerosas paradojas:

El lugar de vida es impresionante, de fantasía. Una isla rodeada por el mar, cerca y lejos de todo el poblado. Sin embargo es tremendamente árido, con lo cual el abastecimiento de agua resulta toda una odisea diaria.

Cerca y lejos. Lo suficientemente cerca pero demasiado lejos. Lo cercano y lo lejano se muestra relativo, así como cualquier polaridad.

Un hogar, mi esclavo, el precio de mi libertad.
Una costumbre, una tradición: un sacrificio. Un precio a pagar.

Una férrea disciplina, una catarsis. Vuelta a la tradición.

La tierra, la naturaleza y sus ritmos cíclicos. El mimetismo de lo natural hacia lo humano realza la pasión y el sufrimiento.

Una película de fotografía brillante y ritmo deliberadamente lento. Las películas de Tarkovsky asemejan tornados ante la parsimonia contundente del efecto del sol implacable.

Original y recomendable al máximo