Von Trier vuelve al cine con energías renovadas 3 años después de la mediocre El jefe de todo esto (técnicamente, 2 años después del corto que hizo para A cada uno su cine) tras pasar una temporada ingresado en un psiquiátrico.

Anticristo está a años luz de sus obras maestras, pero sin duda el director demuestra su calidad a lo grande. Quizá no tanto como guionista, que la verdad es que en este caso en ese aspecto no es gran cosa, pero como director está tan inmenso como acostumbra, tanto en la dirección de actores (Dafoe está genial, y lo de Gainsbourg es indescriptible) como en la puesta en escena. Además, consigue transmitir inquietud y desasosiego sin necesidad de los recursos más típicos para ello.

Y logra otra cosa que es tremendamente difícil de conseguir: que imágenes en principio tenebrosas, lúgrubes y, por qué no, feas, resulten tremendamente hermosas. En esto buena parte del mérito le corresponde sin duda al director de fotografía.

Y mención especial merece el prólogo, que es de las cosas más grandes que he visto en esto del séptimo arte.