Leyendo algunas críticas, quien ose decir que le gustó esta película, podría tener complejo de ser una persona simplona, cinematográficamente hablando. O que se conforma con poca cosa.

Pues no, hombre. Yo recomiendo ir al cine y pagar una entrada por ver esta película, sobre todo porque la inmensísima mayoría de los que lo hagan no se van a sentir estafados. Van a pasar un buen rato, van a contemplar a grandes actores, y van a asistir a una historia perfectamente hilvanada.

El tema de la discrepancia parece ser el desenlace. Pues bien, en los últimos tiempos, estoy bastante disconforme con los de la mayoría de los filmes de este tipo, sobre todo por estar traídos por los pelos, o no tener nada que ver con lo que te han contado en la hora y pico anterior. En este caso no es así. El final puede satisfacer o no, pero redondea la película y no deja cabos sueltos.

Por tanto, dejémos ya de ser tan absolutamente rigurosos con películas que merece la pena ver. Yo os animo a disfrutar de otro buen trabajo de un director español que no se resigna a sacar culos o tetas o guerrasciviles.