Con un inicio lleno de vértigo e intriga, Seraphim Falls parecía ser el gran Western de inicios del siglo veintiuno. ¡Y no! Luego cae en un letargo implacable. Ni Pierce Brosnan, ni Liam Neeson lograron condolerse de lo que le pasaba a su película.
La persecución continuaba, entre exuberantes paisajes y personajes mañosos, pero faltaba el pulso para que la narración lograra cortar el aliento de los espectadores como es debido a los grandes Westerns de todos los tiempos.