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Voto de Reneevivien:
9
6,3
18.303
Animación. Fantástico. Comedia. Drama. Musical
Cuenta la historia de una familia extraordinaria, los Madrigal, que viven escondidos en las montañas de Colombia, en una casa mágica situada en un enclave maravilloso llamado Encanto. La magia de Encanto ha dotado a todos los niños de la familia un don único, desde la súper fuerza hasta el poder de curar... Pero se olvidó de un miembro de la familia: Mirabel. Cuando ésta descubre que la magia que rodea Encanto está en peligro, decide ... [+]
5 de marzo de 2022
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi Encanto ante la insistencia de mis hijas. A la mayor no le terminó de gustar, pero su mejor amigo no para de cantar las canciones del gran Lin-Manuel Miranda. Fui a ver la película como me gusta hacerlo, sabiendo muy poco de ella, y al terminar la película no podía estar más en choc. ¿Había asistido a una denostación del positivismo psicológico que ensalza Rafael Santandreu? ¿Había ahí una crítica directa a La virtud del egoísmo de Ayn Rand que tanto daño ha hecho a nuestra sociedad? ¿Una exaltación de la diversidad familiar sin saltarse demasiado los valores que la compañía puede trasmitir en todos los países del mundo sin ser vetada por ello? Sí, todo eso y más está en la película, con unas canciones perfectas para la ocasión entre las que destacan Los Madrigal y No se habla de Bruno (como estaba también mi hija pequeña con nosotros tuvimos que ver la película en español).
Quiero seguir hablando de porqué esta película me parece maravillosa, pero antes, debo explicar la conversación que tuve con la adolescente de doce años justo cuando terminó:
- ¿Ves por qué no me gusta ese final? Ahora te quiero, ahora te odio – no creo estar desvelando nada sobre la película aquí -.
- Veo que no la has entendido, te la explicaré.
Y, por primera vez desde que estoy en FilmAffinity, me voy a la zona spoiler.
Quiero seguir hablando de porqué esta película me parece maravillosa, pero antes, debo explicar la conversación que tuve con la adolescente de doce años justo cuando terminó:
- ¿Ves por qué no me gusta ese final? Ahora te quiero, ahora te odio – no creo estar desvelando nada sobre la película aquí -.
- Veo que no la has entendido, te la explicaré.
Y, por primera vez desde que estoy en FilmAffinity, me voy a la zona spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Es Encanto una película que va de menos a más, que juega, como las novelas de García Márquez, al juego de muñecas rusas, mezclando realismo mágico con cotidianidad, y al igual que con estas, va desvelando cada vez más su profundidad a medida que la película avanza. Podríamos decir que se parece más bien a la operación de decapar una cebolla para dejar al descubierto su corazón.
Alma Madrigal, la matriarca, huye con sus tres hijos, su marido y parte de su pueblo de una guerra devastadora y, cuando su marido Diego se sacrifica para salvar a su familia y a su pueblo, ella reúne todo su dolor, su sufrimiento y el amor por los suyos para crear una vela que no se apaga y otorga dones a sus hijos para protegerlos a todos (aquí el homenaje más claro a García Márquez). A los cinco años, cada nuevo miembro obtiene un don maravilloso, hasta que Bruno llega con sus profecías y empieza a resquebrajarse la perfecta familia Madrigal. La matriarca es una de esas personas que tiene trazado el camino de sus vástagos generación tras generación, con un corazón lleno de expectativas que sólo hace que emponzoñar las relaciones y alejarlos entre sí, hasta que nacen la perfecta Isabel, con el don más maravilloso, y Maribel, sin don aparente. A partir de ahí el film se convierte en una expiación del sentimiento de culpa y en las consecuencias de renunciar a los deseos personales por lo que se cree es el bien común, pero Bakunin y Kropotkin nos enseñaron que cuando los deseos individuales chocan con el bien común la sociedad de resquebraja, como sucede en la familia. Por si fuera poco, el pueblo se acostumbra a depender de esos dones y es incapaz de hacer las cosas por sí mismos (hola, ¿electorado que criticas siempre al gobierno pero no haces nada por construir tu comunidad?) Al final, como es lógico, todo estalla, la casa cae, nuestra protagonista ataca al corazón de la familia (la matriarca de la misma), se pregunta el porqué de su existencia (¿Habría sucedido todo esto si yo no hubiera nacido?), la familia pierde sus dones pero se reencuentra a sí misma y decide que, a pesar de todo, reconstruirá el hogar otra vez, aceptando el sufrimiento que les ha llevado hasta aquí como parte de su aprendizaje vital. El pueblo, por su parte, se da cuenta de que sin comunidad no hay futuro, corren a ayudar a Los Madrigal y finalmente, la casa, regala a Mirabel y a toda la familia los dones que merecían.
¿No es eso una maravillosa metáfora sobre cómo nos hemos abandonado al capitalismo salvaje, hemos dejado de construir comunidad, hemos renegado del apoyo a la familia, luchamos permanentemente contra la diferencia y nos negamos a construir un mundo mejor aceptándonos a nosotros mismos en el proceso porque esto es demasiado esfuerzo y para ello ya están los políticos?
Sí, y ver otra cosa, descubrir lecturas, no distintas, si no más simples, es no haber entendido la película.
Alma Madrigal, la matriarca, huye con sus tres hijos, su marido y parte de su pueblo de una guerra devastadora y, cuando su marido Diego se sacrifica para salvar a su familia y a su pueblo, ella reúne todo su dolor, su sufrimiento y el amor por los suyos para crear una vela que no se apaga y otorga dones a sus hijos para protegerlos a todos (aquí el homenaje más claro a García Márquez). A los cinco años, cada nuevo miembro obtiene un don maravilloso, hasta que Bruno llega con sus profecías y empieza a resquebrajarse la perfecta familia Madrigal. La matriarca es una de esas personas que tiene trazado el camino de sus vástagos generación tras generación, con un corazón lleno de expectativas que sólo hace que emponzoñar las relaciones y alejarlos entre sí, hasta que nacen la perfecta Isabel, con el don más maravilloso, y Maribel, sin don aparente. A partir de ahí el film se convierte en una expiación del sentimiento de culpa y en las consecuencias de renunciar a los deseos personales por lo que se cree es el bien común, pero Bakunin y Kropotkin nos enseñaron que cuando los deseos individuales chocan con el bien común la sociedad de resquebraja, como sucede en la familia. Por si fuera poco, el pueblo se acostumbra a depender de esos dones y es incapaz de hacer las cosas por sí mismos (hola, ¿electorado que criticas siempre al gobierno pero no haces nada por construir tu comunidad?) Al final, como es lógico, todo estalla, la casa cae, nuestra protagonista ataca al corazón de la familia (la matriarca de la misma), se pregunta el porqué de su existencia (¿Habría sucedido todo esto si yo no hubiera nacido?), la familia pierde sus dones pero se reencuentra a sí misma y decide que, a pesar de todo, reconstruirá el hogar otra vez, aceptando el sufrimiento que les ha llevado hasta aquí como parte de su aprendizaje vital. El pueblo, por su parte, se da cuenta de que sin comunidad no hay futuro, corren a ayudar a Los Madrigal y finalmente, la casa, regala a Mirabel y a toda la familia los dones que merecían.
¿No es eso una maravillosa metáfora sobre cómo nos hemos abandonado al capitalismo salvaje, hemos dejado de construir comunidad, hemos renegado del apoyo a la familia, luchamos permanentemente contra la diferencia y nos negamos a construir un mundo mejor aceptándonos a nosotros mismos en el proceso porque esto es demasiado esfuerzo y para ello ya están los políticos?
Sí, y ver otra cosa, descubrir lecturas, no distintas, si no más simples, es no haber entendido la película.