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Voto de lauramerrick:
8
Thriller. Drama Arthur Fleck (Phoenix) vive en Gotham con su madre, y su única motivación en la vida es hacer reír a la gente. Actúa haciendo de payaso en pequeños trabajos, pero tiene problemas mentales que hacen que la gente le vea como un bicho raro. Su gran sueño es actuar como cómico delante del público, pero una serie de trágicos acontecimientos le hará ir incrementando su ira contra una sociedad que le ignora. (FILMAFFINITY)
5 de noviembre de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Gotham se la comen las ratas. La ciudad rebosa basura: pandilleros adolescentes, políticos que solo quieren perpetuar la diferencia de clases, adinerados que se creen con derecho a todo…Y es en este caldo de cultivo, con tantos ecos a la sociedad actual, donde nace el antihéroe con más carisma de todos los tiempos: el Joker.

Pocos pensaban que se podía decir algo nuevo de un personaje tan icónico, pero Todd Phillips lo consigue sin efectos especiales, con un tono pretendidamente realista, por momentos demasiado explícito, de la mano de un soberbio Joaquín Phoenix cuyo descenso a los infiernos llena la pantalla en todos los sentidos.

Para crear su mundo, Phillips bebe del Nolan de El caballero Oscuro y, de forma aún más clara, del Scorsese de Taxi Driver y El Rey de la comedia, con Robert de Niro en el elenco emulando al mítico Ruppert Pupkin. También hay guiños a los cómics para los superfans de la saga, como el personaje de la psicóloga, Debra Kane.

Pero es Phoenix el que coge las riendas de la película y la eleva a otro nivel. El actor se pone en la piel de Arthur Fleck, el hombre que terminará por convertirse en el Joker, y compone un personaje con multitud de aristas. Un inadaptado social con problemas mentales incapaz de controlar su risa, desquiciada, atronadora. Pero también un payaso sin chispa que sueña con llegar a ser un cómico de éxito, un hijo abnegado que se desvive por su madre, un alma solitaria que anhela conectar con alguien. Un tipo que de normal no tiene nada y que, sin embargo, lucha con todas sus fuerzas por ser uno más en un mundo que lo excluye y destierra.

Es este conflicto interno, el de la moralidad y lo correcto, el que vertebra el film, y no solo por parte de Fleck. Porque Phillips logra sembrar la duda en el espectador ante lo que está viendo, ayudándose con muchos reflejos de la sociedad actual para que empaticemos aún más con un villano que, a ojos de otros, podría ser visto como un salvador. El despertador de la masa, la misma que decide salir a sangrar en las calles todas las heridas que el mundo les ha infligido y que lo aúpa como su líder.

Para enfatizar la pugna, Philips se apoya en una magnífica fotografía y un uso del color muy acertado, con tonos apagados que se van encendiendo a medida que el bien y el mal se difuminan. Magníficas también las secuencias de las escaleras como símbolo de la lucha de Fleck. Qué fiesta el descenso a los abismos, cuando ya no importa nada.
lauramerrick
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