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Estados Unidos Estados Unidos · Chicago
Voto de Donald Rumsfeld:
8
Terror. Thriller Jesse es una chica que llega a Los Angeles, California, para hacer su sueño realidad: convertirse en supermodelo. Pero su juventud y belleza despertará al demonio, y se verá atrapada en un peligroso mundo de envidias y celos en el que las modelos están dispuestas a todo para triunfar. (FILMAFFINITY)
9 de mayo de 2017
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
-Hola Donald, muchas gracias por venir. Como sabrás siempre he sido un incondicional tuyo, especialmente tras lo de grab them by the pussy. ¿Cómo lo haces?

-Gracias Donald, yo también soy seguidor tuyo. Es muy sencillo. Cuando son modelos incluso las puedes levantar del suelo. Sólo se trata de cogerlas desprevenidas, a traición y por la espalda. Luego, cuando giran la cabeza y recuerdan el tamaño de tu cartera, lo demás viene por sí mismo. Así fue como conocí a mi mujer.

-Muy romántico, Donald. Luego me lo cuentas en detalle. Pero ahora, cómo ya sabes, te he invitado para que me ayudes a explicar la diferencia que hay entre la velocidad y el tocino.

-Lo recuerdo, Donald. Querías hacer un breve análisis de las diferencias formales entre The Neon Demon y las películas vanguardistas de David Lynch.

-En efecto, Donald. Verás, hay personas que pretenden saber de cine pero que simultáneamente afirman que esa película vendría ser una copia del cine del señor Lynch. Lo cual, por cierto, me hace preguntarme qué era lo que veían exactamente cuando observaban las películas de este señor.

-Ok, Donald. ¿Por sonde quieres empezar?

-Donald, grab them by their pussies.

-Eso es fácil, Donald. Vayamos primero a lo que a les resultará más obvio. Comencemos por la narración. Ese cine de Lynch construye su narrativa mediante elementos surrealistas. Sus películas no son fábulas morales sino que representan la puesta en escena de ciertos traumas que tienen sus personajes. Son películas construidas en torno a la subjetividad de un individuo concreto. Y los elementos surrealistas actúan como catalizadores en el momento en el que ese conflicto individual explota.

-En efecto Donald, siempre he pensado que Lynch abusaba del psicoanálisis barato, de clichés faltos de rigor, de ahí que para subrayarlo sus películas suelen presentar cierta cualidad onírica.

-Claro, Donald. Justo por ello, la oscuridad, la mugre, la noche, los decorados que quieren ser decorados, la cámara epiléptica, los planos cerrados y el montaje que alterna el pianissimo con el vivace son algunos de sus sellos de identidad.

-¿Y cuánto de todo esto encuentras en Neon Demon, Donald?

-No te quiero engañar, Donald. Me la visto dos veces a ver si es que se me había pasado algo por alto pero no he encontrado nada igual ni parecido. Para empezar, The Neon Demon no es surrealista, es hiperrealista. Asimismo tampoco tiene nada que ver con fugas psicóticas, traumas edípicos o delirios obsesivos. Justo al contrario, no es más que una fábula moral en el que los elementos aparentemente surrealistas encierran, como en toda fábula, la perspectiva moral del autor, es decir, el significado de la fábula.

-Donald, podrías aclararnos las diferencias que en este caso haya entre surrealista e hiperrealista.

-Encantado, Donald. Suponer que una mujer inteligente podría encontrarme atractivo sería surrealista; suponer que a un cerebro de petit suisse se le ve a hacer agua solo de observar el tamaño de mi cartera es hiperrealista. Más claro: Sobre el amor no puedes hacer un zoom; sobre el dinero, sí. Por otra parte, lo surreal no remite de manera directa nunca a lo real, entrecomillado; es, como te decía antes, el decorado que quiere ser decorado, la película que subraya su condición de película mediante la disposición de sus elementos formales. Mientras que lo hiperreal parte de la premisa de intentar ser más real que lo real; brillar más, tener más color, ser más definido, más exacto que cualquier representación que nosotros pudiéramos hacer si contáramos únicamente con la información que nos proporcionan nuestros sentidos. Gran parte de la publicidad utiliza actualmente este tipo de recursos. Es como contraponer el anuncio de Playstation que hizo Lynch con un anuncio de perfumes de Scott o Fincher.

-¿Pero Donald, cómo se relaciona esto con esa dimensión moral de la que antes hablabas? ¿No es la moral, desde esta perspectiva, algo surrealista?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Donald Rumsfeld
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