Cuando se habla de los westerns, hablamos de varios nombres propios: Clint Eastwood, Lee Van Cleef, John Wayne, John Ford... pero hay uno que resuena más que todos ellos: Sergio Leone. El director italiano es el máximo exponente del conocido como "spaghetti western" un género que es casi paródico de los westerns estadounidenses y que cuenta con grandes películas. "Por un puñado de dólares" es la primera de su famosa trilogía del dólar y la que puso los cimientos.

Un forastero al que llaman "Joe" (Clint Eastwood) llega a un pequeño pueblo dominado por dos familias: los hermanos Rojo, siendo su cabecilla Ramón (Gian Maria Volonté); y los Baxter, siendo el patriarca el sheriff John Baxter (Wolfgang Lukschy). El forastero decide jugar a dos bandas con el fin de enriquecerse a costa de las batallas entre estas dos familias.

Además, tenemos el inicio en los western de Clint Eastwood, que luego se convertiría en probablemente el mejor vaquero de la historia del cine, en una actuación buena en la que su personaje es más bien un hombre de acciones que de palabras. Gian Maria Volonté en el papel de villano también resulta bastante creíble.

El guion, adaptado de "Yojimbo" de Akira Kurosawa, es más bien simple y, además, por lo que se comenta por estos lares, es muy poco distinto del que ofrece el director japonés. Sin embargo, todo esto se perdona por una buena dirección de Sergio Leone, que sabe en todo momento como manejar todo esto para que quede una película muy entretenida y no tan blanca como los western clásicos. Y por supuesto, la música de Ennio Morricone, que da un aire épico a toda esta ambientación.

Decir que "Por un puñado de dólares" es la peor de la famosa trilogía de Leone es como decidir cuál es el peor cuadro de Velázquez: da exactamente igual porque todos son buenos. La película que dio comienzo a todo, que presentó al mundo a la asociación de Eastwood, Leone y Morricone es simple, pero también es entretenida como ella sola.